Por Rafael L. Espinoza Rodríguez
Resumen
La fragilidad de la sociedad a nivel global para enfrentar al virus Covid-19 y las consecuencias de su prolongada presencia, expresadas por el fallecimiento de millones de personas, develó fisuras en los indicadores para cualificar las expresiones de desarrollo humano. Las carencias de los sistemas en salud para implementar las acciones para enfrentar lo desconocido; los centros de investigación carentes de conocimiento preciso para producir medicamentos y diseñar estrategias médicas; la distorsión de políticas de gobiernos para diseñar y gestionar estrategias para abordar la crisis social (discriminación en la atención hospitalaria, acceso a los alimentos, marginalidad escolar) económica, (desaparición de fuentes de trabajo) llevan a revisar la pertinencia de las construcciones teóricas, certificadas por los centros del poder político, económico e intelectual para modelar el desarrollo en territorios sin propósitos de desarrollo.