Por José R. Gutiérrez-Vargas
Resumen:
A partir de un trabajo etnográfico, el artículo analiza las maneras en que una pedagogía comprometida, desarrollada desde hace diez años en una escuela ubicada en los márgenes de la Ciudad de México, echa mano de prácticas artísticas como el performance para ayudar a los estudiantes a indagar y pensar el abandono social que prevalece en sus comunidades, al tiempo que les permite imaginar un futuro más esperanzador. Se propone entender algunos de los performances llevados a cabo como lumpenperformance, pues los alumnos visten harapos y basura para crear imágenes corporales que metaforizan la precarización que se vive en la periferia, revelando posteriormente una imagen que expresa esperanza por medio del acto de “desechar el desecho” con el que finalizan todas estas acciones. Se concluye que los lumpenperformances son procesos pedagógicos de investigación/creación que permiten a los estudiantes articular colectivamente un gesto utópico que no es simple optimismo banal, sino que se manifiesta como una “imaginación material”: un tipo de agencia que configura modos de hacer por medio de la creación de imágenes de desecho que trasmutan en imágenes de esperanza, generando así un aprendizaje sensible y crítico sobre las formas de vida en la periferia urbana.