Por Zakariae Cheddadi El Haddad
Resumen:
Tras un breve descenso de los flujos migratorios desde la crisis del 2008, la inmigración ha recobrado protagonismo, retornando a los datos previos a la crisis económica. En este contexto aparece el debate sobre la integración social de las personas inmigradas extranjeras, en un contexto en el que las tradicionales instituciones sociales de integración social, tales como el mercado laboral o el sistema educativo, parecen estar en crisis. Con el objetivo de reflexionar sobre la integración social de esta población, se propone este artículo analizar la práctica futbolística como posible mecanismo alternativo de integración social. En este sentido, se concluye que la práctica futbolística, tanto para menores como para adultos inmigrados, puede ser una potencial estrategia alternativa de integración social, en cuanto que pueda favorecer la adquisición de capital social y una formación intercultural. Sin embrago, la práctica futbolística es, también, ambivalente y limitada, tanto por los conflictos, problemas y procesos de exclusión social que se dan en el propio deporte, como por la incapacidad de esta institución de totalizar el complejo y multidimensional proceso de integración social.