«La Economía del Deporte es una rama de la ciencia económica que estudia la utilización de recursos escasos por parte de los miembros de una sociedad, para la producción, distribución y consumo de bienes y servicios deportivos, o relacionados con dicha actividad» (Arias, 2009, p. 4; 2012, p. 46; 2017, p. 28).
En este sentido, se consideran bienes deportivos, las instalaciones destinadas para tal fin (canchas, estadios, gimnasios), equipos deportivos, artículos y ropa o indumentaria para su práctica. Mientras que son servicios deportivos, la organización de competencias como espectáculos, los procesos de formación y preparación de atletas y los procesos de enseñanza y orientación de la práctica deportiva en general (Arias, 2009, 2012, 2017).
Entre los autores que se han dedicado a esta disciplina se destacan:
Andreff y Nys (1986), Kuzmak y Osintsev (1987), Weber, W. (1996) y Heinemann (1998). Kuzmak y Osintev presentan una visión estatista basada en el modelo de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), donde:
El servicio proveniente de la cultura física y el deporte, como actividad laboral de los trabajadores de este campo, consiste fundamentalmente en su contribución a la satisfacción de las necesidades de la población en cuanto a su desarrollo físico, lo que a su vez genera un incremento de la producción material (p.77).
La cita anterior confirma la situación de los países con un régimen socialista (Cuba y Corea del Norte), en los cuales, al menos en teoría, la producción de bienes y servicios de cualquier naturaleza no genera plusvalía o rentabilidad, sino que se orienta en función de las necesidades básicas de la población y la satisfacción de éstas. Por lo tanto, en las naciones con este modelo, el deporte como una actividad más del sector de los servicios, se encuentra totalmente bajo el control y tutela del Estado.
Por otra parte, Rodríguez (2012) plantea que «la economía del deporte es una economía peculiar en relación al análisis económico de los mercados competitivos».