Por Equipo de influenza y otros virus respiratorios de la OPS/OMS
Resumen ejecutivo:
Durante la pandemia de COVID-19 la vigilancia ha tenido un componente universal para la detección y seguimiento de todos los casos y así garantizar su correcto aislamiento, seguimiento y atención médica, además de proveer información que permitiera la monitorización de diferentes aspectos a nivel de toda la población. La vigilancia universal implica un gran consumo de recursos en términos económicos y humanos por lo que debido a los cambios en el contexto epidemiológico actual se ha presentado la necesidad de responder de una forma más eficiente y sostenible, aprovechando los sistemas de vigilancia existentes como la vigilancia centinela de influenza y otros virus respiratorios junto con otros sistemas de vigilancia complementarios, que tradicionalmente han y continúan aportando información estandarizada y de calidad. Por este motivo y como parte de las iniciativas de la OMS a nivel global, se llevó a cabo una consulta regional ad hoc de expertos en vigilancia epidemiológica y de laboratorio de SARS-CoV-2, influenza y otros virus respiratorios durante los días 29 y 30 de marzo de 2022 en la Ciudad de Panamá con el objetivo de identificar los retos, brechas y próximos pasos en la vigilancia de COVID-19 y su integración en la vigilancia de influenza y otros virus respiratorios.
Para poder llevar a cabo esta transición, se señaló la necesidad de realizar ajustes tanto en la vigilancia actual de influenza y otros virus respiratorios como en otros sistemas de vigilancia complementarios para garantizar una correcta monitorización de la transmisión, la gravedad y el impacto de la enfermedad, así como otros aspectos clave relacionados con la detección de eventos emergentes de potencial interés para la salud pública, cobertura de vacunación y efectividad de la misma, respuesta inmune y secuelas o episodios posteriores al episodio agudo de COVID-19.
Se resaltó el rol de la vigilancia centinela de virus respiratorios para monitorizar la transmisión, la gravedad de la enfermedad, así como efectividad vacunal y con una integración del componente de vigilancia genómica para la monitorización de los linajes/sublinajes circulantes del SARS-CoV-2 y la detección de potenciales nuevas variantes. A su vez se destacó la importancia de reforzar otros sistemas de vigilancia complementarios. En primer lugar, para el componente de impacto (en los sistemas de salud y en la sociedad) que actualmente requiere información de registros no vinculados a la vigilancia epidemiológica de influenza y otros virus respiratorios pero que se han desarrollado a lo largo de la pandemia de COVID-19. Además, también se mencionó la importancia de implementar y reforzar los sistemas de vigilancia de eventos emergentes de potencial interés para la salud pública e integrarlos con el componente de vigilancia genómica para la detección de nuevas variantes de potencial preocupación.
Finalmente, para una correcta transición se señalaron como principales necesidades la existencia de lineamientos regionales que garanticen una transición homogénea y que permitan contar con el apoyo político, un acompañamiento técnico que incluya capacitaciones específicas en diferentes aspectos de la vigilancia, así como un refuerzo del componente de epidemiología en la vigilancia centinela de influenza y otros virus respiratorios y extracción y aplicación de las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19 garantizando la consolidación del conocimiento adquirido (incluyendo las capacidades generadas).