La pasión política (aportes para una ética política post-moderna)

La pasión política (aportes para una ética política post-moderna)

Por Fernando Mires

Resumen:

Tarde o temprano, los sociólogos y filósofos de la política, salvo muy pocas excepciones, terminan por referirse al tema de las diferencias que se dan entre lo que es propiamente político, con lo que es ética y/o moral. Dicha diferencia, sin embargo, dista de ser poco relevante. Particularmente es importante hoy, en los llamados tiempos globales, cuando se cree que la política ha sido desplazada por la pura razón económica. Eso significaría sin embargo, suponer que en los tiempos globales no hay conflictos, porque entre otras cosas, no hay actores, ni sociales ni políticos. Contra ese pensamiento catastrofal y políticamente resignativo, he protestado en otra publicación (Mires, 2000). A continuación, me referiré al tema de las relaciones entre moral, ética y política que a mi juicio, no ha pasado a segundo término. Por el contrario, más que nunca tiene validez, si es que queremos recuperar la razón política, sobre todo en la mayoría de los países latinoamericanos, donde el proceso de construcción de la democracia, tanto formal como real, está lejos de ser finiquitado; con o sin globalización. La sociología política de la post-modernidad –que está por hacerse– deberá recuperar el legado ético-político que desde las plazas atenienses hasta hoy día, busca entender el sentido y la razón de esos espacios públicos que fueron inventados para que nuestros intereses y conflictos puedan ser dirimidos sin apelar al recurso de la violencia, algo que recién aparece como posible en algunos países latinoamericanos. Las llamadas virtudes ciudadanas son, efectivamente, el resultado de largos procesos históricos marcados por múltiples aventuras prepolíticas. Antes de que, tales virtudes aparezcan sobre la superficie ciudadana, ha corrido mucha sangre debajo de los puentes. El presente ensayo se centrará primero en las relaciones que se dan entre ética, política y moral. En segundo lugar, en el tema de las pasiones, vistas como virtud de la política. Por último en el problema más permanente del hacer político: el de la verdad y de la mentira en la vida ciudadana.

Este es el punto de reunión para los miembros de la Asociación Venezolana de Sociología. Nuestro principal interés es proporcionar información a los sociólogos venezolanos, ya sea que formen parte de la AVS o no.
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