Por Mauricio Jesús Rivas Gil
Resumen:
La práctica de actividad física se remonta a nuestros antepasados, hace 300 mil años, en un largo recorrido por las antiguas Babilonia, China y Grecia, pasando por el Renacimiento, hasta nuestros días, demostrando con numerosos estudios su importancia en la promoción de la salud y confirmando los efectos negativos del sedentarismo. Dada su importancia, la medición de la condición física comienza con propuestas serias a principios del siglo pasado y actualmente las baterías para su estimación son muy completas, pero carecen de la dimensión subjetiva relacionada con la motivación y aceptabilidad cultural de este hábito. Recomendamos la inclusión del modelo salutogénico para una medición más completa e integral de la condición física, no solo individual sino colectiva.