Por José Ricardo Hernández Gómez
Introducción:
En la época actual, la globalización, los sistemas de información y las tecnologías asociadas a los nuevos desarrollos de las comunicaciones han generado dinámicas donde el conocimiento representa un valor estratégico para la pervivencia de toda cultura (Davenport y Prusak, 1998; Bontis, 1999).
Nos encontramos en épocas de conocimiento, compuesta por sinergias que componen una red de interacción entre los procesos de información, inteligencia y observación práctica, como elementos que permiten la toma de decisiones y que se comportan como uno de los factores importantes para la evolución de las comunidades y/o sociedades, en las cuales podemos incluir las diferentes organizaciones.
Las tendencias para la adquisición y/o construcción de conocimiento, su transformación, su incorporación, su distribución, inclusive su explotación sumergen a las sociedades en estructuras cada vez más organizadas que se presentan como elementos competitivos frente a las realidades del mundo actual. (Dogson, 1993).